A cuatro años de su última visita Joss Stone volvió a conquistar a los argentinos con un show deslumbrante. Una artista que cautiva con su incomparable talento y personalidad, tanto arriba como abajo del escenario.
A cuatro años de su última visita Joss Stone volvió a conquistar a los argentinos con un show deslumbrante. Una artista que cautiva con su incomparable talento y personalidad, tanto arriba como abajo del escenario.
La experiencia de Joss Stone en el país, comienza el día previo a su show en Luna Park, con un juego que propuso la cantante, en donde al estilo “búsqueda del tesoro”, ocultó pases VIP en distintos lugares de Buenos Aires y facilitó una serie de pistas por Instagram stories. Bastaron solo unos minutos para sus admiradores pudieran localizarlos y encontrarse con ella para saludarla y sacarse fotos. Lo destacable de este encuentro espontáneo con sus seguidores, fue el mensaje de audio que Joss envió a pedido de uno de sus admiradores, a un grupo de WhatsApp que mantiene su club de fans argentino, dedicándoles hermosas palabras de agradecimiento y admiración y una frase final intentando practicar su castellano que decía “Muchas gracias, adiós, hasta mañana”, gesto de la artista que quedará grabado en sus memorias por siempre.
El día del show, un Luna Park repleto y un escenario dispuesto con las típicas alfombras persa fue el ambiente ideal para que todo lo que se percibió bajo el escenario, terminara de confirmarse sobre el mismo.
Ovacionada por el público, con un vestido que marcaba su panza de cinco meses de embarazo y descalza como acostumbra, comenzó su ritual con Free Me y luego Big Ol Game, en donde la artista pidió que el público cantara unas armonías a coro junto a ella, mientras se le dibujaba una sonrisa que demostraba su felicidad al oírlos cantar.
Su repertorio nos hizo viajar a lo largo de sus 20 años de carrera, demostrando canción tras canción, el indiscutible talento y su capacidad de embelesar a cada uno de quienes estuvimos allí. Su banda no quedo atrás, sólida, versátil y con el groove característico del Soul y R&B.
Sonaron los infaltables hits como Super Duper Love, You Had Me, Dont’Cha Wanna Ride, como también Never Foget My Love, canción que le da el nombre a su ultimo disco.
El show no transcurrió solo arriba del escenario ya que sus fanáticos también fueron, en parte, protagonistas de varios momentos de la velada. Organizados y en distintos puntos del estadio, se alzaron globos violetas al sonar You Are My Girl, canción dedicada a Violet, su primer hija, y que dejaron a la artista asombrada y conmovida con la acción de sus fans.
Otro de los momentos memorables de la noche, fue en Teardrops, donde por pedido de una admiradora, Joss le cede su micrófono y tomadas de la mano, interpretaron el cover que forma parte de The Soul Sessions Vol II. La cantante sorprendida por el valor y desempeño de su fan, selló aquel emotivo momento diciendo “Esta canción no volverá a ser lo mismo sin ella”.
La noche fue colmada de emociones, anécdotas, historias de vida, y hasta un anuncio junto con su marido Cody, que estaba disfrutando su show a través de un Instagram Live, enterneció al estadio por completo confirmando que el hijo que esperan, será un varón. Ambos entre risas afirmaron “Que manera de revelarlo, ¿no?”.
Con una atmósfera intima y sensual, sonaron los primeros acordes de Right To Be Wrong y el publico bañó con las luces de sus celulares las tribunas por completo. Una imagen imponente que dejó a la cantante sin palabras. Mientras entonaba la frase final del estribillo “So just leave me alone” nuevamente los fanáticos dieron la nota alzando unos carteles que decían “We’ll never Leave you Joss!” (¡Nunca te dejaremos Joss!) y fue allí donde la cantante se mostró emocionada hasta las lagrimas y agradecida por el cariño de sus seguidores.
Una vez más, Joss Stone vuelve a dejar su huella en los argentinos. Con un aura empoderada y una voz sublime que en cada visita deja a su publico completamente hechizado. Sin dudas un show que quedará en el recuerdo para muchos.