La banda de Tommy Victor trajo de nuevo una época que increíblemente para los que crecimos en ella, ya es un clásicos
La banda de Tommy Victor trajo de nuevo una época que increíblemente para los que crecimos en ella, ya es un clásicos
Prong es el típico caso de una banda innovadora cuyos trabajos fueron mucho más influyentes que su éxito comercial. Tuvieron su momento de rotación en MTV (especialmente en la época de su aclamado “Cleansing” 1994) y luego construyeron una carrera con una separación en el medio, una vuelta despareja y un repunte en sus últimos discos (especialmente con “Carved In Stone del 2012, “Ruined Lives” del 2014 y su hasta hora último disco de estudio “Zero Days” del 2017) en donde volvieron a girar con cierta asiduidad.
A esta altura la banda es casi un proyecto solista del guitarrista y cantante Tommy Victor quien cuenta dentro de su CV entre otros “trabajos” su participación actual en Danzig, pero también con Ministry y White Zombie entre otros) lo que claramente da cuenta de su particular estilo a la hora de componer y tocar la guitarra con una impronta que va desde lo complejo a o simple buscando siempre el groove y el riff como uno horizonte en donde el metal y la música industrial son algunos de los géneros que aborda pero sin efectivamente encasillarse en niguno.
En este contexto desde el minuto cero, todas las miradas estuvieron puestas en el desempeño de Tommy Victor principalmente porque sus melodías al menos en este momento del grupo son las que le dan entidad al sonido de la banda. En algún punto más allá de que en vivo el desempeño de bajista Jason Christopher haya sido muy solvente (su aporte a nivel escena sumó algunos puntos teniendo en cuenta que Victor no es un tipo muy comunicativo) y el del baterista Griffin McCarthy haya mostrado la precisión necesaria para acompañar los riff desde lo percusivo; pocas bandas tienen hoy por hoy un sonido que remite a una determinada época como Prong. A nivel composición, audio y propuesta claramente el grupo se sostiene en los varios de los preceptos que marcaron los noventas y que infuenciaron a bandas como Pantera, Machine Head y Korn entre otras: pesadez, groove y la idea de que las canciones más allá de todo deben ser recordables.
En contexto durante las dieciocho canciones del set, la banda fue transitando por los distintos estados de su carrera mostrando el contraste de su sonido sin dejar de incluir como era previsible mayoría de canciones de Cleansing, que fue rememorado durante seis veces a lo largo de la noche. Sin dejar jamás de mostrar su facilidad para crear canciones con riffs entrecortados, algunos momentos disonantes, el uso de armónicos y un groove absoluto para cada verso de cada canción, el set que comenzó con “Test” una rara y anticomercial canción de Cleansing rápidamente empezó mostrar sus contrastes principalmente porque Prong es una banda que tiene hits en potencia como “Whose Fist Is This Anyway?” o “Ultimate Authority” o “Revenge...Best Served Cold” o “Broken Piece” (canciones que trabajan a la perfección esta idea de momentos de silencio, los riff entrecortados y el estribillo memorable); pero también tiene en su catálogo canciones presentadas por el mismo Tommy Victor como “de groove hardcore de Nueva York” como “Beg to Differ” o en especial “Disbelief” de sus inicios. Si a eso le sumamos hitazos como “Rude Awakening” (más melódica) o la enorme “Snap Your Fingers, Snap Your Neck” el resultado es un show donde la dinámica y la versatilidad fueron los puntos más fuertes principalmente porque casi todos los presentes (un Uniclub bastante lleno) se dejaron convencer por una banda que tiene un conjunto de canciones que dentro de su estilo particular en ningún caso suenan repetitivas a pesar de utilizar recursos similares.
En un show con un contundencia admirable, el cierre con “Close the Door”, “Prove You Wrong” y una sabbathica versión de “Third From the Sun” de la banda Chrome, terminaron por confirmar que la primera visita de Prong debería haber sucedido mucho antes, principalmente porque en su música se encuentran muchas de las características que luego fueron clave para entender una época de la música pesada. Gran primera vez. Esperemos que se repita.
Soportes: Against, Banda de la Muerte y Válvera calentaron el ambiente.
Al acostumbrado set enérgico de los muchachos de Against (este año han tocado en varios show internacionales por lo que a esta altura ya tienen en claro como sonar y qué tocar en cada circunstancia) se le sumó Banda de la Muerte que trajo consigo una sorpresa: la vuelta a escena de el “Tano” Conforti y David Iapalucci en guitarra quienes volvieron a escena en conjunto luego de la separación de Los Antiguos
(David con hasta ahora cuatro shows en vivo). La formación que completan Diego “Xon” Curtolo ahora solo en voces, Nicolás Foresi en bajo y Guillermo Gomez en batería dio un show corto pero extremadamente enérgico y contundente. Es claro que con el trabajo de guitarras gemelas y complementarias canciones como “Estado Transitorio”, “Laberinto Eléctrico” o la hardcore “Del Sur” cobran otro vuelo. Veremos si siguen esta senda. Antes de Prong los brasileros de Válvera intentaron mostrar su propuesta sin mucho éxito. Con una propuesta más cercana al thrash groove moderno con algunos momentos más melódicos, sufrieron de un sonido que jamás se acomodó y que en especial en los momentos más pesados resultó inentendible. Una lástima principalmente porque hubiera resultado interesante ver qué tenían para ofrecer los brasileños. Al menos esta vez, no se pudo.