Patton armó un dream team y volvió a la adolescencia.
Patton armó un dream team y volvió a la adolescencia.
Es indudable que todos los proyectos de Mike Patton (Faith No More, Fantomas, Tomahawk, Peeping Tom, Moonchild, Mondo Cane y otros más) están pensados para que el cantante pueda dar cuenta de su particular visión de la música y de la vida en donde su particular ironía y sentido del humor siempre, de alguna u otra manera, toma protagonismo. A mediados de los ochentas Mr. Bungle fue el inicio de todo, cuando junto a sus amigos el guitarrista Trey Spruance y el bajista Trevor Dunn jugaban a ser músicos sin ningún tipo de ataduras, lo que finalmente se convirtió en una banda inclasificable que incluyó una mezcla de metal, funk, hip hop, música circense y casi todo lo imaginable. Sorpresivamente y en un gesto de nostalgia antes de la pandemia el grupo se reunió después de veinte años incorporando a dos pesos pesados: Scott Ian de Anthrax en guitarras y al ex Slayer Dave Lombardo en batería con un raro objetivo, regrabar sus primeros demos (“The Raging Wrath Of The Easter Bunny Demo”), junto a algunos temas de aquella época nunca dados a conocer, una versión de “Loss For Words” de Corrosion Of Conformity y una canción llamada “Hypocrites/Habla Español O Muere” una regrabación de su tema “Hypocrites” con una adaptación de “Speak English Or Die” de Stormtroopers Of Death banda donde participa Ian.
Este fue el contexto que determinó la primera presentación en su historia en Buenos Aires, en un Teatro Flores llenísimo que dio cuenta de la diversidad que de alguna manera proponía el escenario. Desde el soporte, una propuesta unipersonal denominado Yoto con un set electrónico donde mezcló los samplers, la cacofonía, los loops y lo caótico vestido con un disfraz que incluía dos tetas de plástico (elegido por Patton), hasta el público con una rara mezcla de remeras heavys, pelos teñidos y atuendos de los más variados.
En este contexto a pesar que el inicio del set empezó con el Patton más melódico cantando “Won’t You Be My Neighbour?” de un clásico presentador televisivo infantil estadounidense Fred Rogers, a partir de ese momento, casi no hubieron momentos en donde Patton (con camiseta argentina con el 10 en la espalda desde el inicio) mostrara su cadencia más melódica. La explicación es simple, “The Raging…” es un fiel reflejo del amor que Patton y sus amigos tenían por el thrash, el hardcore y la música más ruidosa posible. Entonces, durante toda la noche no hubo referencias a ese rock multifacético que caracterizó a la banda, por el contrario el objetivo fue situarse en un conjunto de canciones que a pesas de ser algo primitivas en su concepción (recordemos que fueron escritas por chicos en su adolescencia), con el oficio del grupo cobraron una potencia y una fiereza indomables. En este sentido el comienzo con “Anarchy Up Your Anus”, “Raping Your Mind” y “Spreading the Thighs of Death” con las que comenzó el show para desembocar en “Loss for Words” de Corrosion of Conformity; dieron a pauta de que la velocidad y el desenfreno iban a estar a la orden del día con un Patton mostrando su faceta más agresiva de manera muy solvente e intencionalmente desprolija en función de las necesidades de un conjunto de canciones que fueron desde el hardcore al thrash sin problemas.
Como era previsible en el contexto como este, la figura de Lombardo fue creciendo con fuerza a lo largo del show, principalmente porque aportó su precisión y potencia acostumbrada haciendo fácil lo difícil y fundamentalmente divirtiéndose. En canciones como “Glutton for Punishment”, “Methematics” y “Sudden Death” mostraron su legendaria habilidad lo que convirtió en un verdadero lujo haberlo visto en vivo de manera tan cercana y haciendo imposible despegar los ojos de su desempeño, principalmente porque tiene una pegada inigualable que da cuenta de su nivel de “leyenda” dentro de un estilo tan complejo como el thrash.
Frente a una performance rápida y salvaje en donde la batería de Lombardo por momentos estuvo demasiado al frente en la mezcla, Patton fue el encargado de darle dinamismo a un show que sin su figura tal vez podría haber resultado algo repetitivo. Locuaz y gestual como siempre e insólitamente empapado de la realidad argentina (preguntó por Lautaro Morello y Lucas Escalante, los jóvenes desaparecidos en Florencio Varela, luego cantó el hit mundialista “la abuela la..la” y hasta llegó a patear una pelota a la gente haciendo una barrera con sus compañeros de banda), a la hora de mechar las canciones de “The Raging…” con los covers, el show se tornó aún más interesante. El cover de “Summer Breeze” del dúo ochentoso Seals & Crofts, se mezcló con las canciones propias y convivió otros momentos del show con la intro de “Hell Awaits” de Slayer, “Fuck the U.S.A.” de The Exploited, “Loss of Control” de Van Halen y “Habla Español O Muere” además de la reversión en castellano de “Speak English Or Die” de Stormtroopers of Death. Esos fueron los momentos de explosión para un público que por sobre todas las cosas entiende y comparte el humor de Patton que intercalado con canciones como la ganchera “Eracist” (con un fragmento de “La cucaracha”), generó por momentos pogo, por momentos sonrisas y la mayor cantidad de las veces sorpresa por los imprevisibles cambios de set.
Para cerrar la noche, luego de hacer hablar a cada uno de los integrantes en castellano y terminando con Scott Ian diciendo que no sabía español y gritando “Fuck France”, una gran versión de “Territory” de Sepultura cerró un show tan intenso como inclasificable. A pesar de que la dimensión experimental de Mr. Bungle no estuvo presente, el nivel de intensidad y de potencia, dejó la sensación de haber visto un show inclasificable. Gran presentación que como siempre gracias a la presencia de Patton, fue una caja de sorpresas.