Viernes 29 Sep, 2023

Hablan por la Espalda, Mujercitas Terror y Los Pendulos en el Centro Cultural Bula: Noches románticas en sótanos húmedos

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Crónicas
Hablan por la Espalda, Mujercitas Terror y Los Pendulos en el Centro Cultural Bula: Noches románticas en sótanos húmedos
Texto: Carlos Noro | Fotos: Silvana Morsenti

“Noches románticas en sótanos húmedos, sonidos de liberación /es el destino o la pasión que el rocanrrol provoca lo que nos vuelve a juntar hoy” cantaban Mimi Maura y Sergio Rotman en la canción que es parte del disco “Para Siempre” de su proyecto El Siempreterno. ¿Cuál será el atractivo de volver una y otra vez a lugares como el Club Cultural Bula que nos proponen descender bajo tierra? Esta fecha organizada por los amigos de Convergen tiene la respuesta.

Desde el comienzo en que comenzaron a producir fechas, la gente de Convergen (productora que por ejemplo organizó el show de despedida de Taura) opta por hacer una especie de curaduría a la hora de armar sus shows, algo que incluye la elección del espacio físico y la selección de bandas para lograr una especie de ambiente acorde y a la vez complementario. Esto entonces, no quiere decir que necesariamente las bandas que compartan una fecha comulguen cien por ciento en cuanto a estilos y propuestas. Por el contrario a lo que se apuesta aquí, es encontrar las intersecciones entre los universos musicales para que el público mismo sea quien encuentre distintos aspectos de un mismo “universo”, que en este caso pasó del post punk al hardcore fusionándose en uhna diversidad de estilos.

Los Pendulos es el reciente proyecto de Adrian Outeda junto a Gonzalo Gutierrez Durán en bajo, Juan Pablo Rey en guitarras y Lucas Rousseaux en programaciones en donde la propuesta va por el lado del post punk y del synth pop. Entre la melancolía y lo bailable, el set de la banda tiene todas las convenciones del género sin dejar de tener una impronta profundamente porteña. Entre letras cripticas y sensibles, canciones como “Siglo Desierto”, “Ansiedad Pendular”, “Distante” o “Requiem para la Abundancia” dieron cuenta de que el grupo sabe manejar a la perfección las distintas cadencias del estilo basadas en los años y años de escucha del estilo en la posición de fans. Para destacar más allá de los momentos más melódicos de la voz de Outeda en trabajo de Lucas Rousseaux en programaciones, logrando que no se extrañe para nada la presencia de una batería tradicional. Para seguirlos teniendo en cuenta que hoy solamente tienen un EP en la calle.

Mujercitas Terror (Federico Losa en batería, Marcelo Moreyra en guitarra y voz y Daniela Zahra en bajo y voz) fueron los encargados de mostrar su particular mezcla de punk rock, garage , noise y algo de indie. Con el sonido más denso oscuro y ruidoso que se escucharía a lo largo de la noche, el trío intenta todos el tiempo de bajar varios escalones a los estados más oscuros del ser humano con una impronta musical que no es para cualquiera, principalmente por el nivel de densidad que maneja. Canciones como “Pájaros Muertos”, “Excavaciones” o “Muñeca Muerta”, fueron algunas que mostraron esta oscura densidad de la que hablamos. Se fueron aplaudidos por gran parte del público que fue a verlos.

 

Para cuando Hablan por la Espalda subió al escenario, el club Cultural Bula lucía repleto, todo un éxito teniendo en cuenta que la fecha era el comienzo de un día húmedo y lluvioso de un feriado XXL. Con un estreno formal de formación en agentina (Los hermanos Martín “El Tuka” y Fermín Solana en guitarras y voces, Valentín “Vegeta” Guerreros en la otra guitarra, Nicolás Demczylo en bajo y Esteban “Chicu” López en batería, quien visitó el país por primera vez con la banda); la mayor curiosidad del show vino porque los uruguayos celebraron el show número 100 fuera del país; todo un logro para una banda que hace de la idependencia y la autogestión su bandera.

Al ver esta nueva formación en vivo (sin los teclados y percusiones que acompañaron la propuesta de la banda por varios años), la primer sensación es que el grupo a vuelto a mostrar su versión más enérgica, ligando su sonido nuevamente al hardcore que fue el leit motiv al inicio de su carrera. En este punto no sorprende que el grupo recupere canciones como “Puños Altos”, “Hall Central” o escupa versiones furiosas de “El Pecado” y “Puños en Alto” con un Fermin Solana erigido como el encargado de potenciar la rabia y velocidad de esas canciones. Siempre eléctrico y movedizo, el cantante fue capaz de mostrar la furía primigenia de la banda; algo que en otras presentaciones estaba solapada detrás de búsquedas más melódicas.

Desde el punto de vista instrumental, claramente esta nueva dinámica del grupo, ha generado que las guitarra de “El Tuka” Solana y “Vegeta” Guerreros aumenten aún más su protagonismo. Si bien su desempeño estuvo en todo momento ligado a las potentes bases de bajo y batería (increíble el nivel de precisión y potencia que propusieron), claramente el mayo desafío para ellos fue interpretar y arreglar canciones como “La procesión”, “Colgado de aleta” o “Himno del incendio” donde el desafío pasó por realizar nuevos arreglos que transformen los elementos percusivos y de teclados presentes en las versiones anteriores de las canciones. El resultado fue favorable, principalmente porque la pirotecnia guitarrera hizo que las canciones cobraran nueva vida. Todo un logro para el quinteto que viene en un proceso de redescubrir sus propias canciones.

En este contexto el cierre con el cover de “Nunca seré policía” de Flema en una versión incendiaria que incluyó al Tuka arrojándose al público; fue el cierre perfecto que sirvió para que los uruguayos vencieran sus achaques (varios de ellos venían con fiebre) y en donde también esa especie de sótano oscuro que es El Club Cultural Bula, tuvo su fiesta definitiva de punk, post punk y derivados en donde hubo pogo, baile, contemplación y mucho disfrute. Ojalá pronto se repita.