Viernes 02 Jun, 2023

Viaje hacia la otra dimensión

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Crónicas | Swans
Viaje hacia la otra dimensión
Texto: Carlos Noro | Fotos: Jorge Sebastián Noro
Niceto ?

Lo de Swans en Niceto pareció estar cronometrado desde antes de empezar. Desde la música para antes de arrancar, elegida por el líder omnipresente y ominoso Michel Gira, pasando por las luces que poblaban el escenario, llegando hasta la decisión de entregar tapones en los oídos antes del primer acorde; cada segundo pareció pensado para crear un intenso y absorbente estado sensorial. Eso fue Swans. Ahora trataremos de explicarlo.

La historia de la banda arranca en los ochentas con una formación bien distinta a esta y tiene un renacimiento en 2010. Desde aquel año sacaron “My Father Will Guide Me up a Rope to the Sky” (2010), “The Seer” (2012), “To Be Kind” (2014) y  “The Glowing Man“ (2016) con el que la banda se despide de los escenarios. Así de extremas son las decisiones de Gira. Por citar un ejemplo, hoy no toca nada anterior al 2010, en su momento solía girar solo tocando canciones que no estuvieran editadas hasta que sacaba el disco, entre otros gestos inconoclastas. Esta también es su canción final, se despedirá de los escenarios con una formación impresionante desde el punto de comunión musical con la que nos visitó: él en voz y guitarra, Norm Westberg  en guitarra, Christopher Pravdica en bajo, Phil Puleo en batería, Christoph Hahn en lap Steel y Paul Wallfisch en teclados. Ese es el contexto de una banda propuso un aquí y ahora irrepetible desde todo punto de vista.
 
Dos canciones sirvieron de introducción al show. La primera una pieza clásica que hacía imaginar un cisne blanco, reluciente y de formas perfectas, la segunda un country blue grass con aroma a pantano. Tal vez eso sea algo de que contiene la intensidad musical de la banda. Aquel cisne de repente se ve atrapado en el lodo y trata de escapar, la muerte se acerca y algo de eso se percibe. Dentro de ese encierro y esa claustrofobia transcurren los sonidos de Swans. Precisamente hablamos de sonido y no de música,  porque la gran virtud que tiene la propuesta de los estadounidenses es utilizar el volumen para que lo que generan los instrumentos sea, sin exagerar, una experiencia corporal. El inicio con dos canciones entremezcladas “No Word/The Knot” es ni más ni menos eso. De la tranquilidad a la furia hay un paso tan sutil como atrapante. Los Swans todos ataviados de negro y con luces que los enfocan alternadamente, lo saben y se animan a darlo. El resultado para el espectador es es conmocionante.  La música se transforma en sonido y de ahí a una experiencia que lo atraviesa y que a lo largo de la noche no haría más que acrecentarse hasta límites insospechados de entendimiento.
 
Ominosa, corrosiva, abrasiva, oscura, ruidosa, exagerada, densa podrían ser los adjetivos que fue transitando la música de los Swans a lo largo de las casi dos horas del set, siempre dirigida por un Gira que gesticula, que mueve los brazos casi empujando el sonido hacia afuera , que canta entre el susurro y el grito pero siempre refugiado en lo que hacen sus compañeros de banda. En este sentido en canciones como “Screen Shot” (tal vez el único momento ganchero de la noche) marcan el rumbo con un mantra ganchero que funciona como una especie de blues lisérgico en el que la explosión es parte integral de cada una de las piezas. El bajo con un nivel de distorsión imposible, marca el camino de manera decisiva y contundente. Cada músico se encarga de aportar para lograr el climax. Todos, público inclusive, lo logran
 
Tres canciones más; “Cloud of Forgetting”, ”Cloud of Unknowing”, ”The Sleeper”  que también sirven para crear este clima catártico, continúan construyendo la arquitectura sonora digna de un soundtrack de David Lynch, en el que sonido e imágenes apuntan directamente al inconsciente. “The Glowing Man” es la catártica despedida al show que no fue otra cosa que una experiencia de otra dimensión. Aplauso y sensación de haber vivido algo histórico que como el arte, puede cambiar algo que llevamos muy arraigado en nuestro inconsciente. Inolvidable
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